Es un objetivo factible por las perspectivas del comercio mundial, según el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv). Actualmente, las ventas exteriores españolas alcanzan 2.700 millones de euros.
El sector vitivinícola se marca el objetivo de doblar el valor de las exportaciones para 2025, hasta superar los 5.000 millones de euros en dicho ejercicio, frente a los 2.700 millones que consiguen las bodegas españolas actualmente.
Así lo ha explicado el director del OeMv, Rafael del Rey, durante su intervención en la jornada “Presente y futuro del vino español en los mercados internacionales”, organizada en Madrid por este Observatorio, el ICEX y la patronal española de bodegas FEV.
El objetivo es factible porque, según un estudio de la OeMv, “siendo realistas” el mercado mundial para 2025 tendrá unas exportaciones de 45.000 millones de euros (136,5 millones de hectolitros).
España, por su parte, podría crecer un 6 % anual (frente al 4,9 % actual), hasta 4.700 millones de euros (con 32 millones de hl, respecto a los 22,5 millones de hl de la actualidad).
España fue líder mundial en exportación de vino en volumen en 2016. En valor se situó en tercer lugar, detrás de Francia e Italia.
En este escenario, España se acercaría a Italia en exportación de vinos en valor, aunque Francia quedaría aún lejos, ya que cuenta con referencias de alto valor como champán, borgoña, burdeos y Valle del Loira, según ha recordado Del Rey.
Panorama mundial
Sobre la tendencia global, ha apuntado hacia un equilibrio entre oferta y demanda; la bipolarización por precio en el tipo de vinos que se consumen y la deslocalización del consumo, ya que la Unión Europea (UE) cae año tras año, mientras suben Asia (con China al frente), Norteamérica (EEUU, Canadá y México) e, incluso, “hay oportunidades extraordinarias” en el hemisferio Sur y África.
España fue líder mundial en volumen exportado en 2016, pero en valor se situó en tercer lugar, tras Francia e Italia; se mantiene por delante de Chile, Australia, EEUU, Nueva Zelanda, Alemania, Portugal, Argentina o Sudáfrica.
Los expertos han coincidido en que el reto español es incrementar el volumen de vinos “premium”, transferir ventas de granel hacia el envasado y comercializar graneles de mayor valor.
A su juicio, las bodegas deben aprovechar las posibilidades que ofrece el turismo, la gastronomía y la venta online y la pujanza de grandes plataformas de comercio electrónico como Amazon o Alibaba.
Ayudas a la promoción
Desde el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, María Navarro ha analizado la evolución de la medida de la regulación comunitaria del mercado del vino de promoción en países terceros, una herramienta que ayuda a las empresas a abrir mercados en EEUU, China, México, Canadá, Suiza, Japón, Brasil, Rusia, Colombia o Corea del Sur.
En el ejercicio 2016, la ejecución de estos programas ascendió a 93 millones, la mitad aportados por las empresas y el resto, unos 45,6 millones, con ayudas de la UE.
Cataluña -que ejecuta el 34 % de los programas de toda España-, País Vasco, Castilla y León y Rioja lideran el presupuesto total, según Navarro.
El gasto medio por programa en España fue de 115.000 euros, la mitad cofinanciada con los fondos Feaga comunitarios.
El director general del ICEX, Javier Serra, ha abogado por ganar valor para el vino y, en este sentido, cree que la categoría de “cava de paraje” calificado o la nueva clasificación de la DOCa Rioja van en la buena dirección, porque “pueden ayudar a mejorar la percepción de vinos de calidad en España por parte del público internacional”.
Serra ha animado también a las bodegas a participar en la tienda de vinos de Amazon, que el ICEX apoya, para acercarse a consumidores de Reino Unido y Alemania en una primera fase, y después llegar progresivamente al resto de mercados internacionales.
El representante de AgroBank (CaixaBank), Sergi Periago, ha resaltado el potencial del centro y este de Europa para las exportaciones de vino, ya que son países que crecen por encima de la media y convergen con destinos más desarrollados.
Periago apunta a República Checa, Eslovaquia, Austria, Hungría, Croacia, Serbia o Rumanía, aunque España debe competir con producciones locales en unos casos, con las importaciones de Italia o Francia, y con los grandes consumos de cerveza.
Desde la FEV, Elena Cifuentes ha abordado los obstáculos o barreras al comercio en algunos países, como impuestos diferentes a los productos importados, normas burocráticas -registros y certificados-, estándares analíticos o límites de aditivos.
Fuente: Agencia EFE Agro
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